Anuário da Indústria de Implementos Rodoviários 2017

57 La realidad económica del país en los últimos tres años dejó el mostrador de negocios prácticamente inoperante. El efecto dominó de la economía debilitada enfrió la actividad productiva, cortó la confianza del inversionista, echó al trabajador en el desempleo, elevó las deudas de las familias, redujo el consumo y restringió el crédito. Como secuencia obvia, con menos carga para transportar o nuevos contratos por firmar, la industria vio sus ventas de vehículos pesados – lo que incluye implementos viales - desmoronarse en más de 60% en lo acumulado de dos años. En este escenario hecho polvo, sin embargo, el consorcio surge como salvaguardia para poder cruzar con menos rasguños las oscilaciones económicas, tanto para el fabricante como para el cliente. Si por un lado el sistema le permite a la industria conservar algún tipo de producción, aunque en menor escala en tiempos de falta de comprador, por otro le entrega al cliente una alternativa de financiación planificada para renovar o aumentar su flota con tasas más atractivas que aquellas practicadas en el mercado financiero. El director superintendente del Banco Randon, Joarez José Piccinini, recuerda que el consorcio es el principal negocio de la institución perteneciente a las Empresas Randon y, debido a algunas ventajas ofrecidas por esta modalidad, crece año tras año, bien como se mantiene estable en tiempos de crisis. “Es menos restrictivo, especialmente cuando el mercado encuentra dificultad en obtener crédito”, evalúa. “El consorcio también sufre menos con las oscilaciones de la economía, es menos volátil, aparte de ofrecer previsibilidad y posibilidad de apalancar crédito.” Estrategia de inversión El Consorcio Nacional Randon ofrece planes de auto-financiación para el segmento de transporte vial de carga desde hace más de treinta años y, según Augusto Letti, gerente ejecutivo de Randon Consórcios - brazo de servicio de las Empresas Randon, la modalidad creció unos 30% desde el 2010. Administra, en media, 4,5 mil cuotas anuales y el año pasado liberó R$ 450 millones en crédito, monto estable con relación al 2015, considerado por el representante de la institución financiera como un año muy bueno, ya con un crecimiento del 20% sobre el año anterior. “El comportamiento del transportador ha estado cambiando; él ahora ve en el consorcio un papel importante para la estrategia de inversión de su negocio.” El avance de la representatividad detectada por los representantes del segmento de consorcio se basa en la virtud que tiene el sistema de permitir hacer ahorros con el propio negocio, es decir, planificación es la base para el éxito. “El consorcio promueve el crecimiento de la empresa cuando el participante es contemplado, sin contar que una parte del bien ya está pagada”, observa Letti. “Y aunque él no lo necesite - o no desee utilizar la carta de crédito en aquel momento - como sucede hoy en día con muchos empresarios, su recurso todavía está garantido y sigue rindiendo para cuando lo necesite.” La tendencia de tasas menos subsidiadas por el gobierno en las financiaciones oficiales, caso del Finame, también abre camino para una mayor participación del consorcio en la adquisición de bienes capitales. Fernando Ferlini, del Consórcio Nacional Noma, revela que las actuales dificultades en obtener crédito han sido una de las mayores palancas para el sistema de auto-financiación. “En líneas generales, un plan de consorcio tiene tasa administrativa de aproximadamente 13%más 1% del fondo de reserva. O sea, es una financiación del 14% diluida a lo largo de todo el plan.” La imposibilidad de contar con el bien de inmediato – salvo tener la suerte de ser contemplado – es señalada como la principal desventaja del consorcio. Pero aun así la llamada oferta se ha mostrado una opción para tomar posesión del producto de una forma más rápida. “No hay garantía de la contemplación mediante la oferta, ya que siempre puede haber alguien que ofrezca un valor mayor; pero disponer para la oferta de la cantidad promedio de los últimos meses ha dado resultado para los participantes del consorcio”, revela Ferlini. El avance en la demanda por el sistema está presente en las estadísticas de la Abac, Asociación Brasileña de Administradoras de Consorcios, a pesar de que el 2016 – aisladamente – haya sido marcado por caídas sobre el año anterior, con retracción de 5% en las ventas de cuotas – de 2,3 millones versus los 2,4 millones registrados en 2015 - y de 3,7% en los créditos concedidos - de R$40,9 billones para R$39,4 billones. Sin embargo, conforme serie histórica, el crecimiento de la participación de los consorcios sobre los totales de contratos de vehículos financiados del 2011 al 2016 fue de 6,2 puntos porcentuales. Pasó de los 4,5% del 2011 para nada menos que 10,7%. La Abac pondera que el desempeño del consorcio en el 2016 también mostró dos escenarios opuestos. Las adhesiones al sistema en el segundo semestre fueron 24,5% mayores que en la primera mitad del año, con 1,27 millones de nuevas cuotas y con los planes para vehículos avanzando en 41%. “El comportamiento distinto de un semestre al otro – a pesar de la retracción del mercado – dejó clara la confianza en el sistema”, observa Paulo Roberto Rossi, presidente de la asociación. “Planear por medio de un sistema de ahorros con un objetivo definido puede ser el mejor camino para adquirir bienes o servicios.” El consorcio se muestra una alternativa poderosa en los planes de inversiones de las empresas en tiempos de crédito restricto y oscilaciones económicas Herramienta de planificación

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