Anuário da Indústria de Implementos Rodoviários 2020

101 Rosmari Ghellery, directora presidente de Fibrasil Carrocerías Nació en Londrina (PR), pero es “paulistana de co- razón” - como le gusta decir, Rosmari Ghellery siempre estuvo involucrada en el área financiera, pero terminó eligiendo la psicología como formación. Durante nue- ve años trabajó en ambas áreas, hasta que, en 1988, aceptó la invitación de la familia para unirse a Fibrasil como responsable por las finanzas y administración. Como los resultados fueron bastante positivos con su llegada, fue finalmente admitida en la sociedad. En el año 2000, participó en el proceso de incorporación de ColdCar, líder mundial en la fabricación de carrocerías para super congelados, al grupo - asociación que se mantiene hasta la fecha. Apenas se sintió completamente adaptada a Fibrasil, Rosmari partió para nuevos retos y empezó a moverse para participar en las asociaciones de Guarulhos (SP) - donde está instalada la empresa - y conocer a em- presarios de los alrededores en busca de mejorías que necesitaba la ciudad para el desarrollo de las industrias. La iniciativa la elevó al puesto de consejera de Ciesp Guarulhos y vicepresidente de la Asociación de Empre- sarios de Cumbica, cargos que ocupa actualmente. “Nuestro segmento es predominantemente masculi- no y la participación femenina sigue siendo muy tímida. Ocupamos pocos puestos estratégicos, quedando para nosotras los puestos administrativos y comerciales. En Fibrasil tenemos coordinadoras y gerentes en áreas es- tratégicas (comercial y RRHH), lo que creo que sucede también en otras empresas. Aunque las empresas necesitan buenos profesio- nales, independientemente del género, las mujeres acaban por tener una mirada y actuación más concilia- doras, inteligente y estratégica, un perfil que congenia muy bien con la ‘agresividad’ masculina. Congeniar es mucho más interesante que competir. Es cuestión de inteligencia y estrategia. Pero todavía no es un camino fácil de recorrer. Lo que encontramos por delante tiene que ver mucho más con educación y cordialidad que con reconocimiento y adherencia a las ideas. Conmigo misma, a veces, en compañía de un director, la atención se ha dirigido a él porque es un hombre. Puedo decir que es muy intere- sante apreciar este movimiento. Existen fuertes diferencias de estilos. De forma ge- neral, cuando el comando es femenino, los aspectos emocionales se consideran más, lo que hace con que el liderazgo sea más fácil de ejercer y recibir. Pero no se puede confundir competencia con estilo de lide- razgo. Y por más que el hombre esté aprendiendo a aceptar la presencia femenina profesional en puestos de liderazgo, cuando subordinados, para muchos, la situación aún es bastante incómoda. Es una ruptura de paradigmas diaria, pero tenemos que darle importancia a lo que es realmente importan- te. Por mi parte, tengo el reconocimiento y el respeto de mis compañeros y me siento muy insertada en la comunidad empresarial. Actualmente estoy a cargo de los negocios y cuento con un equipo de profesionales calificados, hombres y mujeres, que me ayudan a ha- cer de la empresa un éxito.” Silvia Regina Paniz, directora administrativa de Silpa Fundada en el sótano de una casa, en octubre de 1973, Silpa nació del sueño de Hermenegildo Antonio Paniz, padre de Silvia Regina Paniz, un emprendedor nato que vio en el negocio de piezas de repuesto para el mercado de implementos viales una gran oportunidad. Como buen negocio familiar, en Silpa no fue diferen- te: Hermenegildo hizo con que sus hijos se dedicaran al negocio. Mientras el mayor, Gilmar Angelo Paniz, se capacitaba para asumir la empresa, Silvia y el otro her- mano ocupaban otras funciones. Así, la empresa anduvo y se desarrolló hasta que, en 2011, con la muerte de Gilmar, la propia Silvia, hasta entonces responsable de las áreas contable y fiscal, se vio obligada a asumir toda la administración. Entre sus- tos y necesidades, entre el cuidado hacia sus padres ancianos y el luto por su padre en el 2012, la empresa- ria afirma que liderar al grupo es un aprendizaje diario. Y como ella cree que nadie vino al mundo con un manual de instrucciones, es un desafío hacer siempre lo mejor para el conjunto, ya que Silpa se convirtió para ella en una “hija con muchos hijos y nietos”, una familia con algunas peleas y abrazos, pero todos siguiendo en la misma dirección. “No sé las cifras exactas, pero creo que ya somos más del 40% en el mercado de implementos viales. Creo que la unión hace la fuerza, que juntos vamos más allá y que las cabezas pensantes y las actitudes hacen la diferencia. Estoy a la cabeza, pero sin el com- promiso de todos en la empresa no podría hacer nada. El mercado ha cambiado, todos estamos evolucionan- do, la importancia de la presencia femenina en los lide- razgos se ha vuelto vital. En cuanto a los desafíos de las mujeres en posiciones de liderazgo, en un primer momento, diría que es lo que los demás piensan y juzgan; pero, luego de cinco mi- nutos de lanzarme al trabajo, lo que los demás piensan y juzgan es su problema, yo tengo que hacer mi parte. En mi opinión, es necesario comprender que lo que realmente importa es cuánto se está dispuesto a dedicar para obtener los resultados necesarios, y que los diferen- tes estilos de gestión - femenino y masculino - a veces solo radican en la forma de exponer las ideas y seguir los objetivos. En un contexto general, la base es la misma.” Historias y visiones personales

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